domingo, 7 de noviembre de 2010

Vino con Sake

Emerick quedó impactado por la cantidad de colores tan brillantes que al penetrar en la tienda de nombre "Magic Number" molestaban su vista, le parecía absurdo ver a personas ya adultas dentro de la tienda preguntando y adquiriendo artículos como tazas, cartas, ropa, muñecos y otros juguetes a precios más elevados que el costo de una simple fruta. En Japón, las frutas son consideradas una mercancía de lujo llegando a costar unos 3000 yenes una sola manzana, con la paridad respecto al dólar, una simple manzana llega a costar hasta 50 dólares.

Emerick no tenía gusto por las caricaturas, ya que durante su niñez sus padres le decían cosas como " tu ne peux pas voir les caricatures, elles sont très mauvaises pour tu éducation".  El parisino recordaba las palabras de su madre cuando de repente recibió un mensaje  en su aparato móvil, lo enviaba Watanuki, el encargado de la compañia Kuruma que debía llevarlo a la ciudad de Osaka.










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