Una parada de autobus

Leticia se encontraba en la parada esperando el autobús, pensaba en lo que últimamente ocurría en su vida. El domingo anterior había vuelto a ver a aquel hombre, por quien alguna vez había suspirado, pero que él en su momento a ella la ignoró. El hombre con nombre I le pidió una cita, para salir al cine; Leticia estaba un poco resentida, pero decidió aceptar la invitación para divertirse con  I sin involucrar sus sentimientos y sólo buscar un placer hedonista y superficial.

La mujer se mostraba renuente a creer en la nueva actitud mostrada por el hombre, el hombre I mandaba mensajes con la leyenda de "sólo te escribo para desearte dulces sueños", aspecto que para Leticia era irrelevante. Al siguiente día,  el hombre I le marcó a Lety a su celular para verla en el campus de la Universidad, pues él ya trabajaba, un año antes terminó sus créditos en la carrera de contabilidad y administración de empresas, sólo faltaba que presentara su examen profesional, el cual el hombre I estaba a punto de presentar en las siguientes semanas. Lety era estudiante de antropología, se encontraba estudiando el último año de la licenciatura. 
Aquel Lunes Lety le dejó claro que no podía verlo, ya que tendría clase, lo cual resultó ser mentira, pues Leticia las próximas dos horas no tenía nada que hacer, pero ella se negó a ir alegando mucho estudio y trabajo. El miércoles a eso de las 17:30 hrs, Leticia salía de su clase de filosofía de la Cultura, para dirigirse al estacionamiento de estudiantes, donde vería al hombre I.
Habían pasado 15 minutos y el hombre I no aparecía, Lety pensaba " no me extraña que no llegue, yo lo conozco y es un engreído", justo en ese instante el hombre I le hizo una llamada para decirle " hola estoy a 10 minutos, te puedo ver en la parada", Lety de inmediato le señaló que de ninguna manera; pero el hombre I enseguida le dijo que no se molestara, finalmente paso por Leticia; fueron al cine, y pues entre besos y arrumacos, Lety se percató al besar al hombre I que eso tan anhelado un año antes, el besar sus labios; no fue lo que esperaba, ya que no sintió esa supuesta química y desencadenamiento de emociones que surgen con los besos; y comprobó que el hombre I nunca hubiese dado satisfacción a esa búsqueda de ser amado que ella esperaba.
La chica suspiró y se alegró al no haber concretado nada con él un año antes. De repente Leticia recibió un codazo de un chico bien agraciado que le avisó de la llegada del autobús; Lety emitió una sonrisa al chico, el cual también contestó; Lety comprendió que en la vida nada está determinando, y las experiencias se acuñan día con día.